Teatro Kugla Glumiste


Los artistas del siglo XX han reflejado con su obrar los cambios de la historia a lo largo de las décadas. Sin embargo hemos visto retirarse las formas tradicionales del arte a cambio de una distinta y poderosa percepción que los artistas han desarrollado: una nueva visión del cuerpo.
Citando a Foucault, afirmamos que “el cuerpo está directamente inmerso en un campo político; las relaciones de poder operan sobre él una presa inmediata; lo cercan, lo marcan, lo doman, lo someten a suplicio, lo fuerzan a unos trabajos, lo obligan a unas ceremonias, exigen de él unos signos”. Teniendo en cuenta esta visión y el tratamiento brutal al que fue sometido el cuerpo en el siglo XX, es comprensible que los artistas hayan optado por un lenguaje de sacrificio, degradación y mutilación de la forma humana.
Pero el cuerpo es también “el lugar a través del cual se articulan los poderes públicos y privados, se convierte en el lugar de protesta donde pueden articularse los ideales revolucionarios de los movimientos pro derechos que se resisten a la lógica represiva, exclusivista y colonizadora de la modernidad”.
El cuerpo reprimido por dos siglos de modernismo, “vuelve a la superficie de la experiencia con todo el narcisismo que lo envuelve”.

“El cuerpo es el medio por el que nos materializamos como seres sociales, por el que producimos “espacio social”.
Así a lo largo del siglo XX los artistas han producido una gran cantidad de obras cuyo centro es el cuerpo, desde los cabaret de las vanguardia, los rituales de los accionistas vieneses, el action painting, las performances, los happenings, el acto cotidiano de Fluxus, la danza y musica contemporaneas, las auto mutilaciones, las autorrepresentaciones fotográficas, las charlas pedagógicas de Beuys, el vídeo arte y las tecnologizaciones del cuerpo. La idea de yo y del cuerpo ha cambiado a lo largo de tanta producción, y con ella se ha planteado una nueva posición del artista creador y a la vez sujeto de la creación.

En las decadas de los '60 y '70 “el cuerpo del artista se convierte en expresivo, gestual, en ocasiones agresivamente reivindicativo (acorde con los movimientos de protesta de la década de 1960 y principios de 1970), o quizá en un cuerpo paródico, convertido en un bien de consumo”.



En este contexto queremos situar a Dunya Hirschter Koprolcek, nacida en Croacia en 1954 (por entonces Yugoslavia), y que el 20 de mayo de 1975 fundó el Kugla Glumiste Theatre, uno de los grupos de teatro de vanguardia más importante en la historia cultural de su país.
El anterior “teatro satírico estudiantil” se convierte así en el “teatro Esfera” (Kugla Glumiste) que introduce en Yugoslavia la idea de teatro total planteada por Antonin Artaud que aquí citamos: “suprimimos la escena y la sala y las reemplazamos por un lugar único, sin tabiques ni obstáculos de ninguna clase, y que será el teatro mismo de la acción. Se restablecerá una comunicación directa entre el espectador y el espectáculo, entre le actor y el espectador, ya que el espectador, situado en el centro mismo de la acción, se verá rodeado y atravesado por ella”.
El Kugla Glumiste propone el teatro como un ritual urbano y situaciones sociales, que configura una nueva esfera publica. Un teatro esférico, un teatro total, igual a la vida misma. Como decía Artaud, el teatro total “oponiéndose a la tendencia económica, utilitaria y técnica del mundo, pondrá otra vez de moda las grandes preocupaciones y las grandes pasiones esenciales que el teatro moderno ha recubierto con barniz del hombre falsamente civilizado”.

El grupo Kugla Glumiste es activo entre 1975 y 1985, cuando el grupo se divide en dos fracciones, la más dura dirigida por Damir Bartol Indoš, ganador en 2009 del premio Medalla de la ciudad de Zagreb al Teatro.
Entre sus miembros encontramos Anica Vlašić Anić, hoy día profesora de Filología en la Universidad de Zagreb; y Zlatko Burić, ex marido de Dunya y hoy famoso actor de teatro y cine con residencia en Dinamarca.
En una data que no hemos podido definir con exactitud, el grupo Kugla Glumiste llega a la televisión donde presenta su propio programa en el que parece escenificar este texto de Artaud: “ese lenguaje objetivo y concreto del teatro fascina y tiende un lazo a los órganos. Penetra en la sensibilidad. Abandonando los usos occidentales de la palabra, transforma los vocablos en encantamientos. Da extensión a la voz. Aprovecha las vibraciones y las cualidades de la voz. Hace que el movimiento de los pies acompañe desordenadamente los ritmos. Muele sonidos. Trata de exaltar, de entorpecer, de encantar, de detener la sensibilidad. Libera el sentido de un nuevo lirismo del gesto que por su precipitación o su amplitud aérea concluye por sobrepasar el lirismo de las palabras. Rompe en fin la sujeción intelectual del lenguaje, prestándole el sentido de una intelectualidad nueva y más profunda que se oculta bajo gestos y bajo signos elevados a la dignidad de exorcismos particulares”.

Archivo fotográfico del grupo Kugla Glumiste:

Videos del programa televisivo llevado por el grupo Kugla Glumiste