El proyecto de conservación y difusión del legado del artista Dunja Hirschter Koprolcek nació en Granada en 2009, después de la muerte del artista. 
El esfuerzo colectivo y voluntario de Moumina Wagner, Nadia El-Shohoumi, Graciela García y Jessica Moroni, hizo posible mantener el legado del artista en buenas condiciones y en un conjunto. 
En 2016 la entera colección fue comprada por un coleccionista de art brut de Holanda. Su compromiso con la obra y su inmensa labor convirtieron nuestro sueño en realidad: en 2018 parte de la colección fue donada al museo Collection de l'art brut en Lausanne, el mayor referente mundial para el art brut. 


Enero 2018
J. Moroni














Dunya nació en 1954, en Croacia, en una familia católica y tuvo un hermano que hoy es medico. Estudió inglés y literatura comparada en la Universidad de Zagreb, de muy joven entró en el mundo del teatro y con 21 año fundó el grupo Kugla Glumiste (Teatro Esfera) anteriormente Teatro Satírico Estudiantil. En este grupo Dunya fue una de las figuras más importantes y carismática que defendía con valor la necesidad de un teatro que dejase de ser arte para convertirse en vida (un presupuesto, como veremos, peligroso para el desarrollo de su persona).
Dunya se casó con uno de sus compañeros de teatro, Zlatco Buric, del cual mas tarde se separó.
Los amigos españoles de Dunya saben muy poco acerca de esta época de su vida, ya que hablaba de ella confusamente y con poco entusiasmo. Todo lo que sabemos es que el teatro y el entorno artístico marcaron mucho su carácter, su desarrollo psíquico e influyeron en las decisiones que tomó.

La Dunya artista es una identidad muy compleja porque su personalidad la califica de outsider, mientras su formación no es para nada marginal.
No podemos establecer el orden de cosa que la llevaron a ser como fue: si la forma extrema de vivir el arte, esta dualidad en su persona de artista a la vez creadora y objeto del arte, o las drogas y el entorno en el que vivía, la llevaron a la psicosis. O al revés, fue esta que influenció tanto radicalismo difuso en cualquiera de sus experiencias. Sin olvidar el papel fundamental de la religión que sirvió como punto de inflexión entre la Dunya actriz de vanguardia y la Dunya devota pero obsesionada con la identidad y la puesta en escena de un personaje idealizado y artificial.

Os invitamos a seguir leyendo nuestro blog para haceros una idea de esta valiente y excéntrica personalidad, extremadamente aguda y infelizmente turbada.